Telemarketing Fraud Upon the Elderly (El uso de telemarketing para estafas orientadas a adultos mayores)

Abstract

Spanish Abstract: El uso del telemarketing para realizar ventas se ha convertido en una práctica común en una amplia gama de negocios durante las últimas décadas ya que genera grandes sumas de dinero. A pesar de la creciente popularidad de las ventas en línea, el telemarketing sigue siendo un método de comercialización común y popular. Al iniciarse a distancia, el telemarketing lleva el concepto de comercio a la casa del cliente, durante su tiempo libre. Aparentemente, esto hace más fácil que los clientes cumplan sus deseos. Estas ventajas son particularmente significativas para los clientes cuya movilidad limitada dificulta el acceso a las tiendas o a los proveedores de servicios. Sin embargo, a pesar de sus muchas ventajas, el telemarketing tiene características inherentemente alienantes e impersonales que también implican riesgos potenciales para el cliente. Cuando las empresas y organizaciones no adoptan y aplican un código de ética, el telemarketing constituye un terreno propicio para el fraude y el comportamiento poco ético por parte de las empresas. Esto es cierto para las empresas comerciales legítimas, pero mucho más para las empresas que existen únicamente para utilizar el telemarketing con el objetivo de engañar a las personas. Estas compañías buscan víctimas potenciales que sean fáciles de engañar y, por lo tanto, dirigen sus actividades de mercadeo a personas con características y debilidades que las hacen más susceptibles al fraude. Los estereotipos sobre las personas de edad (" en la vejez") y los procesos que suelen acompañar a la misma, hacen que los ciudadanos de edad avanzada sean el blanco preferido para el fraude por telemarketing. En el presente artículo se examina el fenómeno de fraude en el ámbito del telemarketing y se exponen las principales razones por las que las personas de edad se han convertido en el blanco preferido de este tipo de engaño. También se plantea el dilema de elegir entre la protección de los ancianos contra el fraude y el deseo de preservar su derecho a tomar decisiones independientes.